martes, 23 de febrero de 2010

El hombre del tiempo


Desde la época del daguerrotipo, el oficio del fotógrafo es testimonio de la historia. Todavía hoy, a pesar de la autosuficiencia digital, me gusta pensar que con sus cámaras al cuello y los caballetes haciéndoles sombra, los fotógrafos que anidan en las plazas tienen oro en sus manos, que aún en blanco y negro o pintadas a colores, guardan infinitas historias en el corazón de sus polaroid.

2 comentarios:

  1. la fotografía es uno de los campos que me fascinan. Y ser un fotografo es algo que todos pueden hacer, con cartón o no, afinando bien nuestra imaginacion y percepcion de las cosas.

    seguire leyendo(te)

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  2. No pudiste haberlo dicho mejor: "testimonios de la historia". Agregaría talvez, testimonios de la belleza... como leí por ahí, a veces "es necesario robar un poco de belleza para seguir viviendo".

    Saludos desde la otra bitácora.

    Galileus

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