lunes, 30 de marzo de 2009

La Pirámide del siglo XX

Esa mañana de verano despertamos bastante temprano; nos habían aconsejado sacarle ventaja al día para aprovechar nuestra visita al Museo del Louvre. El cielo parisino de aquel domingo fue el cliché hecho firmamento: una masa de nubes cargadas de agua impedía el asomo de los rayos tenues del sol francés.

Foto: María José Correa

Con 21 metros de altura y 180 toneladas de peso, la Pirámide del Museo del Louvre se nos presentó imponente en el corazón del museo más visitado del mundo (en el 2008, recibió quince millones de visitantes). Diseñada por el arquitecto chino-estadounidense Ieo Ming Pei, la Pirámide fue inaugurada hace 20 años, un 30 de marzo de 1989, por el presidente francés de turno, François Mitterrand.

Los brazos laterales del Louvre acogen a la belle pyramide y la acomodan en su pecho. Al mismo estilo de las Pirámides de Egipto, la inclinación de sus paredes de vidrio y aluminio es de 51º. Desde su construcción, la hija del Louvre estuvo en el ojo de la tormenta. Al principio desató polémica por su modernidad, y más tarde por los mitos urbanos que se tejieron alrededor de ella.

La revista Todo arquitectura cuenta que la idea de Mitterrand de construir una obra tan vanguardista en el corazón del antiguo palacio dio lugar a una polémica nacional: “la construcción de la pirámide generó una notable controversia porque muchos pensaban que esta ampliación modernista estaba totalmente fuera de lugar frente al Museo del Louvre, con su arquitectura clásica”. Sin embargo, muy pronto la población comenzó a valorar la armonía entre los estilos arquitectónicos “como una exitosa amalgama entre lo viejo y lo nuevo, lo antiguo y lo moderno”. Veinte años más tarde, el mundo del arte celebra con bombos y platillos la existencia de la Pirámide del Louvre.

Una segunda controversia se desató debido a la connotación diabólica que se asoció a los 666 paneles de cristal que la componen. En el 2003, el escritor americano Dan Brown sazonó con más picante la polémica religiosa situando en las instalaciones del Museo del Louvre, y en particular en el seno de la Pirámide, la trama de su libro El código Da Vinci. Luego de 80 millones de ejemplares vendidos, en el 2006, Tom Hanks y Audrey Tautou dieron vida cinematográfica a los personajes de la historia.

La Pirámide es el acceso principal al interior del Museo del Louvre. Esta modificación resultó muy necesaria pues la antigua entrada principal del museo no ofrecía las comodidades que ahora tienen los visitantes. En el salón subterráneo, justo debajo de la pirámide de cristal, se encuentran tres galerías del Louvre que el visitante puede elegir para empezar su recorrido: Richelieu al norte, Denon al sur y Sully al este. Detrás de estos pabellones se exhiben 35 mil de las 45 mil obras que posee el museo. Estas piezas artísticas cuentan la historia del arte occidental desde las civilizaciones antiguas hasta el siglo XIX.

Como es de esperar, la celebración por los 20 años de la Pirámide del Louvre estará cargada de cultura, entre coloquios, conciertos, proyecciones, conferencias, publicaciones, sesiones de cine y un largo etcétera. Los eventos se realizarán durante todo el mes de abril.
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miércoles, 25 de marzo de 2009

Bendito desierto


Inmensidad, calma, aventura, belleza, color. El desierto es el álter ego del mar. San Pedro de Atacama está asentado en el brazo norte de Chile, en la región de Antofagasta, la segunda del país sureño.

Día 1. El pueblo de San Pedro está atrapado en el desierto más árido del mundo, a dos horas de la ciudad de Calama. Sus calles de tierra huelen a turismo. A ambos lados de la peatonal Caracoles –la calle principal- están concentrados restaurantes, bares, agencias, comercios, tiendas de bisutería y varios locales de artesanía. Cuentan que antes sólo llegaban hasta la comuna mochileros en busca de aventura. Hoy en día San Pedro es uno de los pueblos más visitados por miles de extranjeros que buscan paisajes exóticos y belleza natural.

Lentes de sol, protector solar, un sombrero, ropa holgada y fresca, y mucha agua, son los elementos claves para disfrutar lo que ofrece la capital arqueológica de Chile. Caminar por San Pedro es andar sobre 2.500 metros sobre el nivel del mar. Una vez en el pueblo, la Iglesia de San Pedro es de visita obligatoria. No se conoce la fecha de su edificación, pero se sabe que en 1641 ya funcionaba como parroquia. Hecho de madera, adobe y algarrobo, el templo es bastante acogedor.
Para enamorarse del desierto de Atacama basta visitar el Valle de la Luna. Este valle está ubicado a 19 Km. de San Pedro y es, de lejos, el sitio ideal para esperar la caída del sol. El recorrido se inicia en las Minas de Sal, una montaña que invita a la aventura, cual Indiana Jones, de caminar, recorrer, subir y bajar una superficie rocosa, accidentada y oscura.
Pero el verdadero espectáculo comienza en el sendero Duna Mayor, donde se empieza a sentir la llegada del atardecer. Los constantes movimientos de la tierra y la actividad volcánica han hecho del Valle de la Luna una formación constituida por rocas, sal, yeso y arcilla, que le debe su nombre al parecido que tiene con la superficie lunar.

Día 2. El desierto de Atacama es una inmensa alfombra de rocas y arena. Luego de atravesar un camino dificultoso de 30 Km. desde San Pedro se llega a la Laguna Cejas. El agua es de color esmeralda y los bordes de la laguna están cristalizados por la sal. Si el viajero decide aventurarse en el agua disfrutará de un efecto gravitatorio, pues la cantidad de sal condensada en el fondo de la laguna permite que los cuerpos floten sin mayor esfuerzo.
Recorriendo unos kilómetros hacia el oriente del Salar de Atacama se llega a Soncor, un laberinto de sal producido por la evaporación de aguas subterráneas. En este lugar se puede encontrar lo que la guía turística de San Pedro llama “costras de cloruro de hasta 70 cm. de alto”. Después de atravesar la zona del Soncor, se llega a la Laguna Chaxa, hasta donde aterrizan tres de las seis especies de flamencos que existen en el mundo. Desde la orilla se puede observar al elegante animal de patas largas alimentándose y coloreando el paisaje con sus tonalidades rojas, blancas y negras. En la laguna conviven el Flamenco de James, el Flamenco Chileno y el Flamenco Andino.

Día 3. Llegar hasta San Pedro de Atacama y no visitar los géiseres El Tatio es como ir a Egipto y dejar pasar las pirámides. La cuenca geotérmica El Tatio se ubica en la cordillera andina, a 90 Km. al norte de San Pedro y a 4.320 metros sobre el nivel del mar. El agua de los géiseres emerge a la superficie atravesando las grietas de la corteza terrestre debido a la actividad volcánica subterránea. El líquido hierve a unos 86º C y alcanza unos diez metros de altura. El recorrido para llegar a la cima de los géiseres se inicia a las cuatro de la mañana y el viaje en bus dura dos horas. Es preciso llevar buen abrigo, ya que la temperatura suele estar bajo 0º.
Desde El Tatio hasta el poblado de Machuca, el paisaje está impregnado de matices ocres, marrones y verdes, y de una impresionante fauna de llamas y vicuñas que se alimentan en los campos aledaños. Llegando al pueblo el viajero podrá descansar, estirar las piernas y saborear la carne de llama y el queso de cabra. Tomando un desvío desde Machuca se llega a las termas de Puritama, un sector de aguas tibias compuestas por minerales que poseen propiedades muy aptas para el baño terapéutico.

Día 4. Es el último día en San Pedro de Atacama. Entonces aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo y apreciar la artesanía del norte de Chile. Entre la oficina de correos y la placita principal se ubica el Museo arqueológico R.P. Padre Le Paige, un jesuita que por el año 50 llegó a San Pedro para encargarse de la religión y que realizó una importante labor recolectando objetos indígenas. En el museo se pueden encontrar vasijas, grabados, tejidos, vestimentas y cerámicas que utilizaban los antiguos pobladores atacameños. El tour arqueológico se completa con la visita a la fortaleza Pukará de Quitor, una edificación del siglo XII que fue construida por los nativos con fines estratégicos y defensivos. Antes de partir visitamos el Valle de la Muerte y Hierbas Buenas. El primero llama la atención sobre todo por su nombre: es un campo desértico inmenso, suave, atractivo. Esta duna es una de las preferidas para realizar deportes de aventura como el sandboard. Mientras que el principal atractivo de la zona de Hierbas Buenas es el arte rupestre. Así, podemos encontrar petroglifos (grabados en piedra) que datan de ocho mil años atrás y que los antiguos pobladores desarrollaron como expresiones culturales. Los grabados más representativos son las figuras de zorros, flamencos, llamas y algunas escenas de caza.

Un guía nos cuenta que en San Pedro de Atacama llueve poco y que la caída de agua más fuerte del año tuvo lugar hace un par de semanas. Sin embargo, vemos por la ventana trasera del auto que un cielo plomizo bastante cargado extiende sus brazos para alcanzarnos. Es hora de volver a casa.







Fotos: María José Correa

viernes, 6 de marzo de 2009

La teta, el puño y la voz

Para suerte del Gobierno, los últimos desaciertos en la política peruana han sido opacados por los éxitos conseguidos en la cultura y el deporte. Y para orgullo de las quince millones de mujeres que vivimos en el país (poco más del 50% de la población), tres peruanas han traído sus laureles hasta el territorio nacional.

Durante las últimas semanas se ha escuchado y leído bastante sobre Claudia Llosa, Magaly Solier y Kina Malpartida. Estas chicas superpoderosas no son de Saltadilla; ellas nacieron en el Perú. El éxito que han conseguido ha provocado que en las últimas semanas el nombre de nuestro país haya sido muy mentado en la prensa internacional.

Claudia Llosa es la única de las tres que supera los treinta años. La cineasta nació en Lima en 1976. El pasado día de San Valentín, Claudia recibió un Oso de Oro. La teta asustada, el segundo largometraje de la directora peruana, triunfó por partida doble en la Berlinale: recibió el galardón a la mejor película en el Festival de Cine de Berlín y el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI).

Criada en un ambiente familiar inmerso en la cultura (es sobrina del escritor Mario Vargas Llosa y del director de cine Luis Llosa), Claudia estudió Comunicación en la Universidad de Lima y luego se mudó a New York y Madrid para continuar su aprendizaje en Dirección de Cine.

Por Madeinusa (2006), su primer filme, recibió muchas críticas: se le acusó de racista y de sacar partido de la realidad andina. En una entrevista con el blog Entrevistas de El Comercio, la cineasta señala que cada uno “interpreta lo que siente, lo que le parece y lo que desea. Contra eso no se puede hacer nada. Yo sé con quién trabajo y el respeto que existe entre nosotros. Entonces para nada me afectan estas cosas pues cada filme que he realizado lo he hecho con mucho amor y cariño”. La teta asustada es otra historia. Claudia cuenta que “es una obra de ficción inspirada en testimonios de mujeres que vivieron en la zona de emergencia (del terrorismo) durante los 20 años de violencia que azotó al país”.

La directora peruana es una mujer sencilla. Por su talento, carisma y humildad, desde su llegada a Lima, ha recibido varios reconocimientos entre los que se cuentan el homenaje del Instituto Nacional de Cultura y Conacine; la Medalla de Lima que le entregó el alcalde de la ciudad, Luis Castañeda Lossio; y uno difícil de alcanzar: el cariño y el respeto de la prensa.


BUENA ESTRELLA
En más de una ocasión, Claudia Llosa ha enfatizado que el éxito de La teta asustada también le pertenece a Magaly Solier. La historia de cómo se conocieron la directora y la actriz de 23 años es digna de una película. Magaly vendía puca picante en la plaza de Huanta cuando conoció a Claudia, que por esos días andaba buscando a la protagonista para Madeinusa.

Hace algunas semanas, cuando Magaly Solier caminaba iluminada por los reflectores gigantes del Festival de Cine de Berlín tal vez recordaría que se crió con la lumbre de las velas, pues la luz eléctrica tardó en llegar a Huanta, el pueblo ayacuchano donde nació y creció. La vida de la joven actriz ha sido un cuento de hadas. Nació en el seno de una familia de escasos recursos. Cuando llegó por primera vez a Lima, sus primas la trataban mal cual Cenicienta. Más tarde, Claudia Llosa le propuso el rol protagónico de Madeinusa, y se convirtió en su hada madrina. Hoy en día, Magaly está grabando una película de coproducción belga-francesa-alemana y el éxito le sonríe. Sólo le falta el príncipe azul.

‘Madeinusa’ no sólo brilla por su naturalidad antes las cámaras; también tiene una voz entrañable. El día de la premiación de La teta asustada, Magaly subió al escenario de la Berlinade y conquistó los corazones de los asistentes cantando en quechua.

Un día antes de la presentación de la cinta, Magaly le regaló una copia de su nuevo disco a Dieter Kosslick, el director del Festival de Berlín. Ella le contó a El Comercio: “En la alfombra roja de la ceremonia de clausura pusieron mis canciones. ¡Yo no podía creerlo! ¡Pensé que me habían pirateado! Casi me pongo a llorar de emoción. El organizador me señalaba y gritaba que ésas eran mis canciones”. La actriz y cantante ayacuchana actuó, cantó y encantó. El País, Le Monde, Berliner Zeitung. El nombre de Magaly Solier ha quedado registrado en los diarios más importantes del mundo.


GOLPE A GOLPE
Nos movemos del cine al cuadrilátero. Del karate a la tabla de surf y de la tabla a los guantes de box, Kina Malpartida ha hecho su vida a golpes. Bajo la mirada de miles de espectadores en el Madison Square Garden de New York, esta peruana de 29 años se convirtió en la actual campeona mundial de la Asociación Mundial de Boxeo, en la categoría de peso pluma.

Kina es hija del ex campeón de surf Óscar Malpartida y de la modelo Susy Dyson. Desde los seis años demostró su competitividad en sus entrenamientos de karate. Con el tiempo y la influencia de su padre se fue interesando en el surf. Era buena. Practicando este deporte conoció a su amiga Sofía Mulanovich: “Sofía siempre fue mi inspiración. Ella siempre tuvo buena cabeza, disciplina. Cuando se volvió campeona, pensé, ‘qué bacán, yo también lo voy a poder hacer’. Teníamos mucho en común, muchas ganas y talento. Siempre tuvimos esas ganas de ser campeonas. Con Sofía éramos rivales de chiquitas siempre” (Entrevistas, El Comercio, marzo 2009).

En el 2003 Kina decidió dedicarse al boxeo. Fue entonces que, literalmente, empezaron los golpes: antes del combate en el que se coronó campeona mundial, Kina luchó mucho para dedicarse profesionalmente al box. Sus oponentes: dos mánagers inescrupulosos que la estafaron dándole una visa falsa para ingresar a Estados Unidos. Esto le trajo más problemas a la boxeadora: de regreso en Lima, la embajada americana le negó los papeles: “Cuando llegué a la embajada de Estados Unidos no querían escucharme. Ellos pensaban que me iba a quedar como ilegal”.

Kina se mudó a Australia para conseguir lo que tanto quería: “Fue horrible, tuve que salir del Perú, cambiar mi pasaporte, tomar la nacionalidad australiana e ir a la embajada de Estados Unidos allá para pedir la visa. Me dieron la visa en dos patadas, no me costó nada”. La pelea no quedó ahí. Después de su triunfo como campeona mundial se desató otra polémica: ¿Kina es peruana o australiana?

La deportista está cansada, pero no de los golpes que se reparten en cuadrilátero, sino de lo que ha causado su nacionalidad australiana. La boxeadora lanzó un ‘derechazo’ en una entrevista con El Comercio: “Ya estoy cansada de ese tema. ¿Saben qué? Que no me den los Laureles Deportivos. No merezco ese maltrato después de lo que he pasado para conseguir el título mundial. Si me hubiera quedado en el Perú no hubiera logrado nada. Los mejores deportistas profesionales han logrado cosas saliendo del Perú. No he peleado ni por Perú ni por Australia, he peleado por Kina Malpartida”.

Kina Malpartida vive en Los Ángeles (EE.UU.) y trabaja en una tienda de ropa donde gana ocho dólares la hora. Asegura que con los cinco mil dólares que obtuvo con el título ha pagado todas sus deudas y del premio ya no queda nada.

Claudia, Magaly, Kina. Tres personas, tres mujeres, tres peruanas que, sin alarde, han conseguido el éxito cada una en su rubro, y sus talentos han sido reconocidos a nivel mundial. Sus triunfos no son del Perú, les pertenecen sólo a ellas. Sin embargo, la cineasta, la actriz y la deportista han decidido compartirlos con nosotros. Enhorabuena.

lunes, 2 de marzo de 2009

La comunidad del pe(s)cado

El Terminal Bayóvar es conocido entre los empleados de Petróleos del Perú (Petroperú) como la instalación más serena de toda la ruta, pues la playa y el aire fresco de la brisa marina hacen lo suyo. Pero como un lunar en el rostro del paisaje, la caleta de Puerto Rico se vuelve inevitable ante los ojos de los trabajadores que a diario viajan de las viviendas a la zona industrial.



Puerto Rico -la caleta, no el país- se ubica a cinco minutos del Terminal Bayóvar, en la provincia de Sechura, en Piura. El sitio se conoce como una de las zonas más pobres del Perú, lo que resulta fácil de percibir en los rostros y las ropas de los más de 70 niños que a diario juegan a la pelota entre la tierra y la basura.

Elton tiene ocho años y una sonrisa encantadora, vive son sus padres y sus siete hermanos, y le gusta bailar cumbia. Como todas las familias del lugar, la suya se sustenta de la pesca. Con el dinero que recaudan del negocio, las familias podrían vivir con un sustento razonable, pero los hábitos poco saludables son el pan de cada día en Puerto Rico.


Nely Chapa Ruiz, representante de la Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente (Demuna) de Sechura, cuenta que los casos de violencia familiar son reincidentes en la caleta. Por eso ha propuesto abrir una oficina de la Demuna en el corazón de Puerto Rico. Con el apoyo de la Municipalidad y de las empresas que operan alrededor del pueblo (como la petrolera estatal Petroperú y la explotadora de fosfatos Vale do Rio Doce) esta delegación atendería más rápidamente los casos de maltrato infantil y violencia familiar.

Como la mayoría de las caletas de Sechura, Puerto Rico no cuenta con agua potable las 24 horas del día. La basura se junta al costado de las casas formando pilas que son custodiadas por gallinazos. Pero la suciedad de las calles y la falta de higiene no son el detonante de la miseria, sino los malos hábitos de los pobladores. Cuentan los trabajadores de las empresas aledañas que cuando los pescadores cobran por la venta del pescado, se gastan el sueldo jugando cartas y tomando cervezas. El alcohol sube a la cabeza y de ahí se desatan los pleitos, los homicidios, los embarazos no deseados y la violencia.

Por ley, las empresas que trabajan con materias primas como el petróleo y el fosfato deben contar entre sus principios con políticas de responsabilidad social y medio ambiente. Al menos una vez al mes, las empresas de los alrededores 'bajan' a la caleta para realizar proyecciones a la comunidad: charlas de salubridad, campañas de limpieza, entrega de víveres y otras actividades educativas. El supervisor de una de ellas advierte que la solidaridad es importante para que los pobladores se identifiquen con las compañías y, a su manera, colaboren y crezcan juntos. Lamentablemente, algunos perciben la ayuda como una obligación de las empresas y (sobre)viven a la espera de lo material.

La vida en la caleta de Puerto Rico tiene el argumento de una película peruana de corte social: violencia, calles sucias, olor a tristeza y desagüe. Aún así, y con escenas de esperanza, el final de la historia está por escribirse.